
En
Chefchaouen, una pequeña ciudad en las montañas del norte de Marruecos entre Tánger y Tetuán, todas las
tonalidades de azul se entremezclan en una combinación
tan relajante como fotogénica. Es el sitio perfecto para una breve escapada,
respirar aire puro mientras se realiza algún paseo por la montaña, relajarse en la
plaza Uta el-Hammam donde todos los caminos confluyen, pero sobre todo recorrer su
preciosa medina intentando retener el reflejo de cada tonalidad del color que le ha hecho famosa.
Chefchaouen, es un Reino de calles azules y blancas que te persiguen con sus estrecheces y jugando contigo para perderte en su
laberinto de siente puertas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario